martes, octubre 10, 2006

Siete sangrientas y nueve veces tu nombre - Las tijeras de Mary Worth.

Bebe otro trago y continua cepillando tus hermosos rizos. 100 veces cada noche.
Esta vez tu despecho no habrá salido gratis. Oh, pobre Mary, no has notado al intruso en tu closet. Aquel es el mismo que la noche anterior has rechazado con desprecio. Aquel campesino pobre y bien parecido. Las tijeras, las copas, la Biblia, el eterno portal. Todo aquello y mas reposa sobre la mesita del espejo.
Parte del aire para siempre rancio quedara ya en tu cuarto.
Oh que hermosos cabellos y que hermosa figura moran ahora en tu espejo!!!.
El cepillo del pelo cumple irrefutable con su cometido.
45, 46, 47.
Todavía falta la mitad. Y luego recortar las maltrechas puntas.
Las cintas y el vestido blanco cuelgan simples de la silla de fino ébano. Mary Worth, la boda ha sido un éxito. Nada volverá a faltar nunca mas. Que fortuna te ha tocado, oh querida Mary!!!
Que gran riqueza guarda en sus cofres este apuesto galán que ha conquistado tu corazón, o acaso tu avaricia.
No sabe mas que alabarte, a ti, solo a ti querida Mary, a ti y a tus queridos cabellos de oro.
Mas, el amor campesino no muere aun, y te espía desde el armario.
67 68...
oh, pobre desdichado, la ilusión de un amor verdadero ha cegado su razón, y razón ya no queda para que conserve su preciado amor.
La puerta del closet se abre con cautela, y emerge desde dentro de el, la figura del pobre campesino.
Tu, bella Mary, absorta en tus cabellos de ángel, no notas la intromisión y continuas con tu ritual de egoísmo y vanidad.
79, 80,...
La figura se acerca con la cautela del demonio. Noventa y cinco, noventa y seis, noventa y siete, noventa y ocho.
Que mal fortuna que le ha tocado al campesino. Sus ropas son andrajos desdichados, sus manos tienen las llagas del trabajo sufriente de años de labranza. Su semblante es rígido y sereno, con la calma de quien es sabio y antiguo. Los ojos, quietos y tranquilos transmiten la experiencia de una vida de trabajo duro y agobiante.
Noventa y nueve.
Ya esta demasiado cerca. Su imagen detrás de la tuya en el espejo, tu sobresalto interrumpe tu inquebrantable ritual. Las tijeras sobre la Biblia, las manos en la flor. Faustos demonios se arremolinan entre tus cabellos y fuertes galopes trotan en tu pecho. Las cintas y el vestido. El azul de tus ojos y el carbón de tu alma. No es preciso fingir lo negro que hay en tus pensamientos.
La dama y el monstruo se debaten dentro tuyo. La matanza de miles, el crimen y el castigo
El cielo y el infierno o la justicia divina?
Que impertinencia!!! Como se atreve!!!!!!!!!!
Te levantas indignada interrumpiendo por primera vez en tu bella vida aquel ritual. Solo 99 cepilladas has dado hoy a tus cabellos.
- vete, sucio pobre-
- Pero, Mary... yo, yo te..-
- Vete he dicho, no te quiero, nunca te quise, nunca serás nada.-
Pobre campesino. La locura se apodero de él ante estas palabras. Las tijeras o la Biblia.
A eso se reducían las opciones. Eligió entonces el campesino el mal menor. Las tijeras a sus manos llegaron con la agilidad de los rayos.
- idiota, los que se suicidan por amor solo son idiotas apestosos-
El puño en el aire apretaba con fuerza las tijeras. Y cayo con la inexorable fuerza del odio.
Tu vestido, fino y hermoso, tu pecho y luego tu corazón. Pobre Mary. Todavía estas consciente y de pie. Giras hacia el espejo, donde el demonio mismo aguarda tus ojos. Lo miras fijamente. Los faros de ese rostro son rojos como la sangre, y sangre también mana en pequeños ríos a través de tus curvas tan sexuales, frente a las cuales tantos han caído. El terror, y la muerte. La muerte misma y el demonio que te atrapa en ese espejo, y en cualquier otro. Eres bella cautiva de cualquier espejo. Estas en el suelo, y tu extraño corazón ya no galopa como el mejor purasangre, pero aun ves algo. Las violentas y terribles arremetidas de esas tijeras contra tu bello rostro, y con furia especial utilizadas, contra tus rizos de sol. Distingues también como el rojo predomina en la escena, y como todo es cubierto por tu valiosa sangre. Ya es hora. El demonio te espera, querida Worth.
Horror!!!!!! Horror y tragedia!!!!!!! Como pudiste, oh joven labrador, borrar tal belleza de la faz de nuestra orbe!!!!!!!!!?
Te vas, oh campesino, con terror hacia la puerta, y antes de cruzar aquel inexorable umbral, giras hacia el espejo. Allí esta ella, devolviendo con fantasmales ojos la mirada desde el otro lado, cubierta del rojo fluido de la vida, con horrendas mutilaciones producto de tu ira. Las ataduras y el manicomio para ti, oh labrador, que jamas volverás a ver cosa alguna que no sean sus demoniacos ojos, y jamas dejarás de ser atormentado por la espectral visita de Mary Worth.
Y lo mismo o la muerte para todo aquel, que se atreva en los arcanos territorios del Black Sabbat, a pronunciarte, bella Mary, frente al eterno portal que abren los espejos, amparados solo por la luz de las velas del final mas temido.

2 Comments:

Blogger David said...

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13/11/06 14:38  
Blogger David said...

Tenés una prosa excelente, pero a la vez, errores sintácticos imperdonables.
Deberías pulir esos aspectos, creo yo, y tendrías un nivel más que admirable.

13/11/06 14:40  

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