viernes, septiembre 22, 2006

Delirium Tremens (1)

Por qué el techo esta tan alto hoy?
Ya dejen de tocar la música de Twilight Zone!.
Que bien que se ven desfilar por los contornos de las penumbras tan memorables personajes.
Los temblores cada ves duelen peor. Impías inclemencias del destino que se retuercen por mis músculos.
Sus palabras suenan todavía terribles en mi alma:
- nunca más -. En realidad fueron “no” o “de ninguna manera”, pero nunca mas es apropiado igual.
El rostro del final se muestra todos los días frente a mi ser inmutable. Todos los días menos este, donde la forzada rebelión en contra de mis demonios me vuelve débil.
Se me obliga entonces a tomar consciencia del presente imperfecto.
No dura mucho la consciencia, luego irrumpe la alucinatoria visión de los mas extraños mundos que habitan mis miedos. Caigo entonces por eternas escaleras.
El cuervo parado en la esquina del cuarto grita “Nunca Mas” con todas sus fuerzas. El hombre antiguo, parado en el centro de la sala, reza los mas dulces y terribles cantos a la memoria de su amada Eleonora y las legiones de lo profundo reviven merced a las elucubraciones de macabros doctorados.
¿es ese Poe golpeando a Lovecraft con una barra de acero?
- Deténganse!!! , no ven que estoy delirando tranquilo?, van a ensuciar mis cortinas. Y mi barra de acero. Por qué justo ahora hacen semejante desquicio!!!!??- les grité mientras le arrebataba la barra de acero a Poe con gesto indignado.
- Perdón
- Disculpas joven. En cuanto a ti - mirando a Lovecraft de reojo, –Resolveremos esto mas tarde -.
El pobre no respondió nada, recogió su Necronomicón bastante maltrecho por el extraño episodio y salió mascullando epítetos en latín, y hasta me parece que le tiró una terrible maldición, mientras se frotaba su dolorida sesera.
Poe se quedó, y ante mi mirada de reproche se excuso afligido:
- Él empezó, además me debe como 40 pesos.- , dijo, mientras un horrible grano verde le crecía en la nariz, y unas orejas rosadas, largas y puntiagudas le crecían a los costados de la cabeza.
Me sorprende que los espectros y fantasmas sigan teniendo problemas financieros.
- No es mi intención ser indiscreto.... pero.... algo raro le sucede con sus orejas y su...- Mientras buscaba las palabras para decirle lo que ocurría, noté que su cabeza disminuía ostensiblemente de tamaño.
- ¿Que dice usted joven?- inquirió mientras buscaba un espejo.
El grito de horror era inevitable, y resonó patéticamente por la habitación.
- Mi nariz!!!!! Mis orejitas!!!! Mi cabeza!!!!. Maldito. Maldito sea varia veces y malditos sus ancestros y su descendencia!!!!. Le voy a arrancar los pulgares y lo voy a enterrar vivo!!!, maldita sanguijuela apestosa. Estúpida sanguijuela!!!!
- Sanguijuela: nombre común de un gusano carnívoro o hematófago, antaño muy usado por médicos y barberos para practicar sangrías, y que sigue utilizándose con este fin en algunas regiones del mundo. No suelen convertirse en escritores famosos- Dijo apáticamente un tipo de anteojos y vestido con guardapolvo desde un rincón.
- Calla, imbécil- Le dijo Poe bruscamente tomando la barra de acero y surtiéndole un menudo roscazo en la cabeza. .
Mientras Poe gritaba improperios, con la voz cada ves mas aguda a causa de la continua reducción de su caja encefálica, noté que Lovecraft miraba por la puerta entreabierta mientras se esforzaba para no caer redondo al suelo víctima de terribles carcajadas. Poe lo notó y al grito de “Hematófago apestoso” salió a perseguirlo con la barra de acero.
Lovecraft borró la sonrisa de su cara y, blanco como un fantasma a causa de la vecindad próxima de otra terrible golpiza (o tal vez a causa de que era un fantasma...), salió corriendo, mas como rata que como sanguijuela.
Así, entre brutales palizas, maldiciones jíbaras y contraechizos poco efectivos pasaron un buen rato haciendo un terrible desquicio.
Pensé pues que no quedaba mas remedio que dejarlos con sus temas.
- nunca más, nunca más, nunca más, nunca más, nunca más, nunca más, nunca más, nunca más,....-
- pajarraco tarado!!!!- se me escapó del alma, y de la mano se me escapó un cenicero que dio entre los ojos a aquella tenebrosa ave, que se tambaleó un buen rato.
Luego de esto, entró Poe con pelos cubriéndole todo el cuerpo, y tras él Lovecraft, tan maltrecho, que parecía que lo habían aporreado durante dos días seguidos.
- No parece, el infeliz me dio tantos golpes que casi me mata de nuevo...- Dijo Lovecraft, con esa extraña capacidad de las animas de leer los pensamientos de los vivos.
Al escuchar esto Poe le hizo un ademan brusco con la barra de acero, y Lovecraft se escondió tras su Necronomicón.

- Ya es suficiente- grité – arreglaron el tema del dinero?-
- Ssss....- susurró Poe con ademán resignado – acordamos que me daría 20 pesos en efectivo, y lo demás me lo pagará con el arreglo de unas odiosas goteras que hay en mi cripta.... Son tan molestas... no lo dejan a uno descansar ni aunque esté muerto-
- Que bien. Y como harás con la maldición de las orejotas?-
- Estoy preparando la contraposión para revertirlo...- Adelanto Lovecraft.
- Y mas vale que funcione, o vas a pensar que el acero era blando...- Amenazó Poe
Lovecraft miro con gesto de preocupación. – Me tengo que ir a descansar... mañana me toca arreglar esas goteras.- y salió con paso rápido.
- Bueno joven, hasta la próxima... Me voy a descansar yo también- Anunció Poe mientras le salían pecas rosadas por toda la cara y le crecían unos colgajos extraños en el mentón. Dio media vuelta y se alejó con paso de murga, así como esquivando baldosas.
Todo quedó en silencio por fin y pude seguir delirando en tranquilidad.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Me gustó mucho. Esta cerca de un nuevo género. Buen promediar y muy buen final (sin fuegos artificiales pero adecuado). Esta veta promete.

23/9/06 13:51  

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